Cine Judío, anime y videojuegos no judíos

Tenia ya casi dos semana sin escribir, lo que pasa es que hice varios borradores para post pero ninguno me gusto, pero listo al parecer ya termino el bloqueo de blogger, volvemos a la programación habitual, para empezar si fui a la venta nocturna de la feria del libro, compre varios libros de los cuales pronto las reseñas.

El ante-pasado fin de semana (no este que paso sino el anterior) fui a la ñoño convención de Anime TNT, mas que nada porque una amiga está en un grupo de baile de belly dance y bailo como parte de la presentación de unas tarjetas tipo Yugui-Ho (no sé si así se escribe) les fue muy bien, ya se imaginaran muchos silbidos y piropos para las bailarinas y al terminar andaban en la convención con el atuendo árabe, donde por cierto pasaban completamente desapercibidas tomando en cuenta la cantidad de cosplayers con atuendos aun mas llamativos.


Bueno eso fue el fin de semana pasado, este fin de semana continuando con la temática ñoño-geek fui a la EGS 2008, exposición de videojuegos, como ya antes lo he comentado en este blog de niño y adolescente era muy aficionado a los juegos de vídeo de hecho era una de mis únicas forma de relacionarme con mis compañeros de escuela, hablar de juegos, trucos, intercambiar cartucho de NES e incluso alguna extraña ocasión ser invitado a casa de alguno otro para jugar videojuegos, pero de eso ya hace varios año la verdad es que ha la fecha ya no tengo consola de videojuegos. Me he convertido en lo que según la jerga gamer se le denomina jugador casual, ha estas alturas me aburre aprenderme combinaciones complicadas de botones y palanca, creo que los controles tienen demasiados botones y constantemente me pierdo en los menús de los juegos, tan fácil que era en mis tiempo usar el select y start para esas cuestiones.

Y sin embargo la verdad es que me divertí bastante, gracias a los juegos musicales; me divertí como cuando niño tocando una guitarra y batería de juguete, cantando canciones que me gustan y sintiéndome un rockstar virtuoso de la guitarra y batería. Por cierto da gusto ver que no sólo ponen música de grupos actuales sino algunos un poco mas antiguos como Nirvana, Radiohead, Smashing Pumpkins y hasta Bon Jovi, así o mas noventas. Pero al final la que cante es de un grupo menos nostálgico, Reptilia de Strokes. En serio que es bien divertido ese Rock Band, es un Karaoke donde ni pena te da cantar pues los demás están muy ocupados siguiendo la secuencia de botones de sus respectivos instrumentos como para ponerte atención. Hasta me dieron ganas de comprar una consola para tener de menos el Guitar Hero, pero me desanime al ver los precios, mejor juego una aplicación gratuita para iPod touch que es una vil copia de GH y donde la música parece de MIDI.

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El pasado viernes también fui a la inauguración del 6º festival de Cine Judío, en la Cineteca Nacional donde se proyecto la película Cinco días sin Nora opera prima de la joven directora Mariana Chenillo.

La película empieza con el suicidio de Nora, quien después de haberlo intentado en varias ocasiones al fin lo consigue, José (Fernando Luján) ex-marido de Nora, se ve obligado ha hacerse cargo del cadáver ya que es el único familiar cercano, además de que por diversos festejos judíos no podrá ser sepultada sino hasta después de 5 días. A pesar de esta trama que suena sombría en realidad se trata de una comedia, con un humor algo simplón como bien me lo hizo notar Katzie al finalizar la película, además de que al ser una película de temática judía muchas de las situaciones cómicas se desprenden justamente de sus costumbres al realizar el shivá (practica judía del luto), lo que posiblemente sea un impedimento para su exhibición comercial, que por cierto quien sabe cuando se estrene de hecho está fue la única exhibición durante el festival.

La mejor actuación es sin duda la de Fernando Lujan quien construyo un personaje cínico, apático y ateo, me recordó mucho al Dr. House, quizás Chenillo lo concibió justamente así por la popular serie de TV. Algo que no me gusto es que me pareció extremadamente parecida a la también película mexicana Morirse está en hebreo, tanto así que incluso tienen un personaje en común, el Rabino que en ambas es interpretado por el mismo actor, Martin LaSalle y también ambas tienen como eje central el Shivá.

Si bien es cierto que no es una gran película si es mejor que la mayoría de las películas mexicanas que llegan a la cartelera comercial. Al final de la proyección la directora y algunos de los actores pasaron al frente de la sala de cine para una pequeña sección de preguntas y respuestas, donde la verdad la mayoría fueron halagos mas que cuestionamientos.

Lo mejor creo fue que al final hubo un cóctel-concierto (sin concierto porque se cancelo) con presencia de los actores, directora y realizadores; donde iba a tocar Klezmerson grupo de música judía pero si hubo cóctel de comida árabe y bebida, yo tome vodka de una marca que no conocía pero que tenia muy buen sabor.

El festival de cine judío vale la pena es una buena alternativa, ademas incluye un ciclo de cine israelí para celebrar los primeros 60 años de su industria cinematográfica y que si no fuera por este festival sería imposible ver, pueden revisar la cartelera en su página web, vayan aquí.