Fin de semana a tres tiempos

Entrada

De entrada nada mejor que una fría noche de viernes, la cita en el centro del DF a unas cuadras del zócalo capitalino, un tugurio escondido en un callejón donde el rockabilly y el twist tienen un revival esté fin de semana, llego a las 11 de la noche y ya esta reunido un grupo muy variopinto cuya factor común es ser bloggers o twitters empedernidos (en mi caso el menos adicto a twitter, eso del microblogging me queda corto, soy adicto a los adjetivos) es increíble como las amistades crecen y continúan de lo virtual a lo real sin mayores obstáculos. Así descubrí que Rick es aun más divertido en persona que vía twitter, que las mamanitas Fanntine, Ireniux y Kei tienen demasiado en común a pesar de ser de lugares tan distantes, Gabo es muy agradable a pesar de que casi no habla, Manolo que tiene un humor muy extraño y Deviant que ya conocía pero me cae mejor Salvador.

Este grupo de bloggers destacaba como fuereños y no lo digo sólo porque algunos vinieron desde el interior de la república sino porque a la distancia se nota que somos geeks forasteros de ese tipo de ambiente sin embargo como es bien sabido lo fuereño y lo blando se te quita chupando así que entre cerveza y cerveza entramos en ambiente mientras no se pierda la oportunidad de enviar un twitt para que el momento quede registrado en la red y es notorio como somos los únicos que se emocionan al escuchar You never can tell que como buenos cinéfilos asociamos a Pulp Fiction y no faltaron los pasos de baile a la Vincent Vega. El resto de la noche la música de fondo fue patrocinada por el grupo en vivo -Los Gatos, grupo insignia del rockabilly en México- del cual la verdad sólo conocía el nombre y su único hit, Amorcito.

Después de eso nos retiramos en la ahora bautizada carroza fúnebre, maneje sin dirección concreta pero al final como dicta el viejo adagio todos los caminos llevan a Roma y sí, cual si fueran las Vegas, lo que pasa en el Roma se queda en el Roma.

Plato fuerte

Sábado de tarde-noche de graduación cortesía de Miss V, quien se gradúa como psicóloga, noche acompañada de cuñado y suegros. Misa de graduación en la que me sentí algo fuera de lugar pues aunque me educaron católico tiene años que no asisto a misa, de hecho en post pasados he mostrado mi desagrado por los sermones y ocurrencias del párroco en turno, sin embargo esta misa no me puso de mal humor pues el ritual fue concreto y sin ocurrencias inquisidoras clásicas de párroco católico.

La velada de lo más agradable, claro que hubo baile, brindis, entrega de diplomas una cena que debo decir fue deliciosa y un grupo versátil que no abuso del repertorio clásico de bodas-XVaños-graduaciones-y-demás-celebraciones, pues no hubo payaso de rodeo, macarena, etc. lo cual se agradece.

Postre

Domingo familiar celebrando una tradicional posada navideña, tradición que no se pierde en mi familia pues es un bonito recuerdo para los niños, al menos yo aun recuerdo como de niño me encantaba esas posadas previas a la navidad. Festividades llenas de niños que eramos mis primos y hermanos, ahora los gritos de los infantes son de mis sobrinos y primos pequeños, y aun se ameniza cantando el "entren santos peregrinos" acompañado de velas donde se descubren las tendencias pirómanas de alguno niños (Alfredito ya tenía media hoja del villancico quemada), se bebe ponche, se dan aguinaldos y colación a los niños y se quiebra piñata amenizada de cánticos como el brincale, brincale chichicuilote; la piñata tiene caca... cacahuates de a motón y el ya le diste una, ya le diste dos, ya le diste tres y tu post ya se acabo.